Calmar y reconfortar la piel sensible / irritada

De un tiempo a esta parte, cada vez son más las personas que afirman tener la piel sensible o reactiva. El término “piel sensible”, que comenzó a utilizarse hace décadas en la literatura científica y con el paso de los años ha ido adquiriendo mayor protagonismo en la dermatología, corresponde a un síndrome que fundamentalmente se manifiesta por síntomas subjetivos como enrojecimiento, escozor, dolor, tirantez, molestias imprecisas y, a veces, se asocia a signos locales de irritación. En este tipo de piel hay una disminución del espesor de la capa córnea y una alteración de la función de barrera que hace que la piel responda de forma anormal o exagerada a los estímulos que recibe.

Los desencadenantes de la sensibilidad cutánea son muchos, y muy variables. Los más frecuentes suelen ser el uso de cosméticos inadecuados, el clima, y la exposición a productos de limpieza o a determinados tejidos. Los expertos insisten en la importancia de acudir al dermatólogo si se experimentan estos síntomas, para poder hacer un diagnóstico y descartar enfermedades que cursan con sensibilidad cutánea.

Las personas con la piel sensible deben elegir cuidadosamente sus cosméticos, evitando productos agresivos que puedan alterar (aún más) la barrera de protección de la piel. Así, se recomienda evitar los maquillajes waterproof o de larga duración, utilizar siempre productos suaves e hipoalergénicos, y optar por opciones calmantes o emolientes, con ingredientes naturales, y testados para pieles sensibles.

Tratamientos para calmar / reconfortar la piel sensible

- A nivel cosmético: todo tipo de productos indicados para pieles sensibles con efecto calmante, emoliente, hidratante, reparador o barrera

- A nivel estético: Tratamientos en cabina

- A nivel médico estético:
Mesoterapia
Peeling
LED

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