Falta de pigmentación / vitíligo

Al hablar de pigmentación siempre tendemos a pensar en las manchas, que se producen por un exceso de esta, sin embargo también existe la cara contraria: la falta de pigmentación, que sucede en enfermedades dermatológicas como el vitíligo, sin duda la más conocida.

Parar poder entender por qué se producen las alteraciones en la pigmentación tenemos que hablar de la melanina, el pigmento que determina el color tanto de la piel como del cabello, y que producen los melanocitos. En el momento en el que, por cualquier causa, se produce una alteración en la producción de melanina, aparecen las alteraciones en la pigmentación. Y, como decíamos, aunque es más frecuente que los melanocitos produzcan más melanina de la que deberían, dando lugar a las manchas pigmentadas de todo tipo, también puede ocurrir que dejen de producirla, y en este caso nos encontraríamos con manchas, bien pequeñas o bien de gran extensión, con ausencia de pigmentación.

La falta de pigmentación puede tener un origen genético (como por ejemplo en el caso del albinismo), puede deberse a infecciones, heridas o quemaduras (que dan como resultado cicatrices con menos pigmentación que el resto de la piel); o puede desarrollarse de forma repentina, como suele ocurrir con el vitíligo. Esta enfermedad, cuyo origen se desconoce, aunque se sabe que está relacionado de alguna forma con el sistema inmune, y que afecta aproximadamente al 1% de la población mundial se manifiesta con la aparición de manchas sin pigmentación en la piel, y se debe a la destrucción de los melanocitos. Generalmente suele aparecer en las zonas de la piel más expuestas al sol, sobre todo el rostro, los brazos y las piernas, aunque puede afectar a todo el cuerpo. Al parecer es más frecuente en mujeres de fototipos altos, y suele aparecer entre los 10 y los 30 años, aunque puede hacerlo en cualquier momento de la vida. La conocida modelo Winnie Harlow, en la imagen, padece esta enfermedad, pero el vitíligo no ha sido en absoluto un impedimento para que se posicione como todo un icono de belleza, sino que la ha convertido, además, en todo un símbolo de integración y diversidad.

Aunque por el momento no existe una cura definitiva para el vitíligo, hay diferentes tratamientos que pueden ayudar a que la piel tenga un tono más uniforme y las zonas que han perdido su color se igualen con las que lo mantienen. Todos los tratamientos irán orientados a retrasar o detener el avance de la enfermedad, conseguir que vuelvan a desarrollarse los melanocitos que aportan el pigmento a la piel, y restaurar la pigmentación natural de las manchas blancas.

El tratamiento dependerá mucho de la zona afectada y de su extensión, pero entre las opciones más frecuentes están los tratamientos farmacológicos (con corticoesteroides o fotoquimioterapia oral), que suelen dar buen resultado, y la cirugía. En ocasiones, si el dermatólogo lo considera, también se pueden realizar peelings, aunque hay cierto riesgo de que el vitíligo empeore.

Tratamientos

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