Cuando el proceso de envejecimiento está ya instalado, rondando la década de los 50 (aunque depende de la genética y el grado de envejecimiento de cada persona) se suele producir una pérdida de masa ósea y una redistribución de las masas musculares y de grasa en el rostro, que dan lugar al retroceso de las mejillas, la mandíbula y el mentón. Esto se traduce en el descolgamiento y el desdibujo del óvalo facial. A ello se suma la hipertrofia del músculo platisma, que hace que surjan bandas en el cuello debido a la grasa que ha bajado desde el rostro hacia el cuello: aparece la papada.
Combinando la mesoterapia con sustancias revitalizantes (como las vitaminas o la bioestimulación) con rellenos y otras técnicas como los hilos se podrá conseguir una total reestructuración del óvalo facial y el cuello, lo que produce un rejuvenecimiento visible manteniendo la naturalidad y las facciones.
Tratamientos para redefinir / remodelar el óvalo facial
- A nivel cosmético: todo tipo de productos con activos o acción antiedad y efectos reafirmantes, tensores, rellenadores o lifting
- A nivel estético:
o Radiofrecuencia
o Ultrasonidos e HIFU
o Vacumterapia
o Vela Smooth
o Masaje facial antiedad
o Lifting japonés
o Tratamiento en cabina: efecto buena cara
o Tratamiento en cabina: rejuvenecimiento
- A nivel médico estético:
o Mesoterapia
o PRP y PRGF
o Ácido hialurónico
o Láser
o LED
o Inductores de colágeno
o Hilos tensores
o Radiofrecuencia
o Ultrasonidos e HIFU
o Ondas de choque
o Cavitación
o Cyclone
o Rellenos
o Redensificación
o Bioplastia
o Ultherapy
o Icoone
- A nivel quirúrgico:
o Láser
o Lifting
o Nanofat
o Renuvion
o Lipotransferencia / lipofilling
o Bichectomía
o Malarplastia
o Cirugía ortognática
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