Combatir los efectos visibles del paso del tiempo en el rostro, desde la flacidez a las manchas, pasando por las arrugas, es una constante en belleza desde hace siglos, y también lo es corregir rasgos que minan la autoestima y pueden estar, o no, relacionados con el envejecimiento: falta de volumen, zonas deprimidas, ojeras, bolsas...
Para conseguirlo, la medicina y la cirugía ofrecen un amplísimo abanico de tratamientos con resultados muy satisfactorios para los pacientes, que ven como su rostro recupera (o muestra por primera vez) una armonía y unos volúmenes propios de la juventud y un aspecto saludable.
o Redefinir / remodelar el óvalo facial
o Redefinir volúmenes del rostro
o Realzar los pómulos
o Modificar el aspecto de la nariz
o Modificar el mentón
o Eliminar la papada
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