La mastopexia, también llamada elevación mamaria o elevación de pecho, es la intervención quirúrgica que permite levantar el pecho, devolviéndole su forma original al tiempo que se eliminan tanto la flacidez como el exceso de piel.

La caída del pecho (o ptosis mamaria) puede producirse por varios factores. Además del proceso natural de envejecimiento y la acción de la gravedad, entre los que destacan la pérdida de peso muy rápida y el embarazo y la lactancia. Esta intervención devuelve su aspecto turgente al pecho, al tiempo que recoloca, si es necesario, el pezón y la areola en su lugar.

La mastopexia puede realizar por medio de diferentes técnicas, que el cirujano valorará, y a menudo se combina en una misma intervención con un aumento del pecho con prótesis, si la paciente desea también aumentar el volumen, o cuando se ha producido una reducción del tamaño del pecho o un efecto de “vaciado” del mismo (algo frecuente tras la lactancia).

Aunque los resultados son inmediatos, habrá que esperar entre dos y tres meses para que la inflamación remita, los tejidos se readapten y las cicatrices se atenúen. Es importante saber que dependiendo del tipo de cirugía será o no posible dar el pecho tras la intervención, por lo que el cirujano dará a la paciente toda la información al respecto.

Tras la intervención, que se realiza bajo anestesia general, normalmente la paciente permanecerá ingresada durante 24 horas, y tendrá que llevar un sujetador especial. Durante los dos primeros días no podrá quitárselo, ni ducharse, y pasados unos diez días se retirarán los puntos. La paciente deberá llevar este sujetador especial durante todo el día unas cuatro semanas, y evitar los deportes de impacto, como el running.